Mi mentora me enseño hace más de un año que las crisis son necesarias y fundamentales para el crecimiento personal. Que cuando cumpliera la primera etapa de la aplicación y la practica bajo las leyes de la metafísica... me quedaría atrapada por un tiempo en el primer peldaño. Ya ha pasado un año y medio desde que me entrego esta enseñanza, la cual veía muy lejana a cumplir. Pero hoy me encuentro atrapada en ese peldaño hace más menos un mes. Y si. Me siento pésimo y me encanta decirlo... admitirlo. Mi optimismo ya rebalso el baso y ahora que esta medio vacío debo volver a llenarlo hasta pasar a la siguiente etapa. Y si, me siento capaz de hacerlo, porque el poder de la mente humana ha sobrepasado todos mis prejuicios, estudios y enseñanzas desde mi infancia.
Estoy caga de pena, con mucha pena, pena del alma... que quizás tenia guardada de mucho tiempo y recién ahora puedo hacerme consiente de su existencia por toda la autorregulación que he aprendido aplicar a mi vida casi de manera automática. Como la lucha contra el ego es cada vez más fácil y satisfactoria... sentirse libre de todo aquello que hace que te sientas con el derecho de algo. Que todo llegue por si solo, que todo fluya, que todo siga... que las circunstancias lleguen a mi. Que todo aquello que me ha entregado mi mentora, lo utilizare para ser cada día más feliz. Pero lo más importante a terminar de sacar afuera mi pena, esa pena que es tan necesaria para aprender y crecer con ella, para liberar mi cuerpo, mi alma y mi espíritu de ella... y volver hacer la Diane de siempre.
