jueves, 27 de septiembre de 2012

.Un viernes cualquiera.


Salir de clases los días viernes, ese aire de libertad, esa sensación que ese día es tuyo. El único día que te amaneces por cualquier tontera menos para estudiar. Subirle todo el volumen a la radio mientras manejo con la mirada en blanco, a ojos cerrados me sé todo el camino de memoria. Bajo todas las ventanas para que así el aire pueda golpear mi cara. Llegar a mi casa a pies descalzos, cargada como burro & entrar a la cocina & la mesa está servida. Es mamá?? no es dani, quien me conquista todos los días con su comida. "Guatita llena, corazón contento", dicen. 
Como está nublado afuera, abro todas las cortinas para que mi pieza sea blanca. En la cama no dejo de cantar, pensar, fumar & hablar con él. Entre tanta locura & risa, termino profundamente dormida en sus brazos.  Sueño que me duele, sueño que me siguen, sueño que debo escapar, sueño que corro hacia el mar, sueño que vuelo y luego me estrello. Sueño con los que no están, y sueño que me reconcilio con los que me dejaron atrás. Despierto a veces llorando como cuando era niña. Dani me abraza & seca mis lagrimas, es tan lindo... pero la verdad en silencio, lo que mi inconsciente espera es que sea mi mamá quien me socorra. Cuando llega la noche suele pasar que los mejores carretes, son donde no te esperan... donde no sabes que pasara, pero sabes que te reirás hasta no parar. Si no es un carrete, está él... en la playa, en el valle o en algún pub. Hablando de lo que se debe hablar, confesando pequeñas partes del pasado o admirando lo que el otro puede hacer & uno no. Aprender. Cuando amanece, solo quiero llegar a mi casa rápido! para besar la cerveza en tu boca, prepara un desayuno bien cerdo, un cigarro & a dormir sin que el despertador interrumpe algún sueño. No hay nada especial. Solo quedan las ganas de vivir. Ya es sábado... & no queda más que esperar hasta el otro viernes.